A pesar de significativos avances en indicadores asociados sobre todo a la salud materno infantil, la pandemia acentuó debilidades y descuidos del sistema de salud acumulados por décadas. Actualmente tenemos un sistema caracterizado por la fragmentación y las ineficiencias propias de esta. A esto se le suman importantes carencias, sobre todo en el primer nivel de atención. Antes del inicio de la pandemia, el 50% de establecimientos del primer nivel no tenía médico; ocho de cada diez tenían infraestructura inadecuada, y el 46% de los usuarios reportó estar insatisfecho con la gestión de medicamentos en las farmacias de los establecimientos del Minsa y Gobiernos regionales. El cierre temporal de estos establecimientos durante la pandemia –a pesar de sus limitaciones– solo agudizó la congestión en los hospitales.

Por otro lado, si bien hoy, el 95% de peruanos cuenta con aseguramiento en salud; este no se traduce en una cobertura efectiva en salud. En el 2019, nueve de cada diez mujeres reportaban haber tenido problemas de acceso a los servicios de salud, principalmente por problemas en el acceso a médicos y a los medicamentos recetados.

Ante esta situación, desde Propuestas del Bicentenario se plantean políticas para lograr tener:

Un primer nivel de atención adecuado que resuelva hasta el 85% de la demanda por servicios de salud:

Donde los pacientes accedan a los medicamentos que necesitan sin tener que incurrir en gasto de bolsillo:

Donde se cuente con un sistema de información interoperable y en línea que permita modernizar las operaciones del sector salud:

En cada uno de los episodios de “Videnza Propone dedicados al eje de Salud desde la prevención y cuidados médicos tempranos se presentan las líneas de acción y medicas concretas para lograr estos objetivos.