Por Cristián Segovia
En Arequipa, la inseguridad ciudadana ha escalado significativamente y ya es percibida como uno de los principales problemas por sus habitantes: en 2024, 5 de cada 10 arequipeños la identifican como la mayor preocupación nacional, frente a 3 de cada 10 en 2023. Aunque la corrupción sigue siendo el principal problema percibido en la región, el incremento sostenido de delitos refleja una realidad alarmante: la tasa de denuncias por hurto o robo en Arequipa pasó de 73.1 a 118.7 por cada 10,000 habitantes entre los años 2021 y 2024, superando el promedio nacional. Este contexto evidencia no solo el impacto directo de la criminalidad, sino también la falta de respuesta efectiva por parte del Estado, en medio de una constante rotación en el Ministerio del Interior y escasa acción para frenar una crisis que ya afecta la vida cotidiana, el turismo y la economía local.
Lee aquí su columna publicada en Diario El Pueblo (Arequipa):