Por Videnza Instituto
El pasado 30 de mayo, Luis Miguel Castilla, director ejecutivo de Videnza Instituto, participó en el evento de Perú Energía, un encuentro en donde se abordaron temas cruciales para el futuro energético del país. Durante este, Castilla destacó que, a nivel mundial, hay una clara tendencia a promover las energías renovables con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Sin embargo, indicó que dicha tendencia no debería influir en la misma magnitud a todos los países ya que debe considerar la realidad heterogénea de estos. Así, sugiere que en el Perú se debe pensar en una transición energética de acuerdo con nuestra realidad, sopesando diversos objetivos como la reducción de emisiones, la mejora de la seguridad energética y la disminución de la dependencia por combustibles fósiles.
En línea con Castilla, María Julia Aybar, country manager de Hunt Oil Company, reconoce que la dependencia mundial de hidrocarburos fósiles aún es alta y que, en este contexto, la transición hacia tecnologías renovables es un camino largo y complejo. En el caso peruano, contrario al mundo, Aybar recalca que se cuenta con una matriz energética relativamente limpia y con gran potencial para el desarrollo de energías renovables. Reconoce que estas últimas tienen ciertas limitaciones y señala que “El gas natural permite respaldar la intermitencia que aún caracteriza a las tecnologías renovables,” afirmó Aybar. En este sentido, el gas natural tiene un rol clave para una transición adecuada al contexto peruano.
En esta línea, Tomas Delgado, CEO de TGP, nos recuerda que el gas natural logró cambiar la matriz energética del país y generar grandes ahorros para las familias e industrias peruanas, evitando la emisión de inmensas cantidades de CO2 a la atmósfera. De la misma forma, Rosa María Flores-Araoz, CEO de Kallpa Generación, subrayó que, para el sector eléctrico, un portafolio de generación diversificado, que incluya el gas natural, es esencial para garantizar la seguridad y confiabilidad del sistema eléctrico. En este sentido Perú tiene la ventaja de contar con una fuente de energía barata y segura.
Adicional a que esta transición se adapte a la realidad peruana, es necesario que las acciones para avanzar en este proceso sean planificadas y con un orden lógico desde lo técnico y político. En esta línea, Flores-Araoz enfatizó la importancia de una transición energética ordenada y planificada. “Apostamos por una transición energética ordenada y planificada, trazando, como país, nuestra propia hoja de ruta” mencionó. De manera similar, Jaime Risco, gerente general de PERU LNG, coincidió en que se requiere de una hoja de ruta clara y añade que es crucial planificar el desarrollo de diferentes fuentes de energía de manera ordenada, considerando el equilibrio en el denominado “trilema energético”.
Desde Rumbo Energético, concordamos con todo lo mencionado anteriormente y creemos que Perú tiene una oportunidad única para avanzar en la transición energética debido a sus recursos naturales y una matriz energética relativamente limpia. Para capitalizar esta ventaja, es esencial promover el uso de energías renovables y diversificar la generación de energía, integrando el gas natural como combustible de transición. Un enfoque estratégico y planificado, adaptado a la realidad del país, permitirá reducir emisiones, mejorar la seguridad energética, asegurando así un desarrollo sostenible y competitivo a nivel nacional.
