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Rumbo Energético

11 de diciembre de 2023

Por Luis Miguel Castilla

Mientras en nuestro país la atención está enfocada en la enésima crisis política e institucional y su repercusiones a todo nivel, el mundo intenta acelerar fórmulas que le permitan luchar con mayor efectividad contra el cambio climático. Este año ha sido el más caliente en el planeta desde que se tiene registros y la mayor incidencia de desastres naturales nos afecta particularmente. No es por nada que cerca de la mitad del recorte del crecimiento económico de este año se atribuye a factores climatológicos cuya frecuencia se ha acelerado por el calentamiento global. Los resultados de la COP 28 que termina mañana en Dubai no parecen ser suficientes para asegurar el objetivo de reducir las emisiones de gases invernadero en un 60% hasta el 2035. 

En el caso de nuestro país la mayor huella de carbono la deja la deforestación, el uso de suelos y la agricultura. Luego viene la matriz energética y la electricidad que en particular contribuye 15% de las emisiones. Es así que la transición energética se torna clave aunque en menor intensidad que la que debiera primar en otros países donde la producción y uso de energía se torna en la principal fuente de emisiones de CO2. Este no es nuestro caso al tener una matriz relativamente limpia. De hecho, según Our World in Data, la energía per cápita en el Perú emite un 40% por debajo del promedio latinoamericano. Aun así, es irreversible la transición hacia la descarbonización de la matriz energética pero este proceso debe darse de manera equilibrada y gradual por consideraciones en materia de competitividad económica y seguridad en el suministro. Este último aspecto es central de cara a las pérdidas económicas que se derivan de la transmisión (tomando en cuenta que la generación de electricidad está concentrada en un 80% en el centro del país) y el hecho que el costo de almacenamiento de energías renovables no convencionales es aún elevado. En este sentido, el gas natural principal fuente de la termoelectricidad resulta una opción valiosa para la transición energética. A diferencia de Chile, en nuestro país no usamos el carbón como fuente de energía y tenemos gas natural barato. Es así como estamos obligados a preservar los objetivos de seguridad, competitividad y sostenibilidad y establecer políticas que aseguren una transición energética equilibrada. Esto no parece ser el caso por las iniciativas legislativas que se presentan en el Congreso y por los sesgos (y a veces prejuicios) de los responsables del sector.

En este sentido desde Videnza Instituto lanzaremos este jueves 14 de diciembre en la ciudad de Trujillo, en alianza con la Cámara de Comercio de La Libertad, #RumboEnergetico. Está iniciativa tiene el propósito brindar a la opinión pública una plataforma de información especializada para conciliar los objetivos que permitan que el país logre una descarbonización de su matriz energética sin asumir costos económicos innecesarios y sin imponer tecnologías con subsidios o políticas distorsivas.

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