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FRC: una decisión técnica para asegurar energía confiable y eficiente

23 de abril de 2025

Por Luis Miguel Castilla:

Cada cuatro años, el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) actualiza el Factor de Reserva de la Contratación (FRC), una variable tal vez poco conocida, pero clave para asegurar que el país cuente con suministro eléctrico continuo y confiable, al menor costo posible. El pasado 15 de abril se publicó en El Peruano la resolución del consejo directivo del Osinergmin, que fija los valores del FRC de transporte firme de gas natural, para el periodo del 1 de mayo de 2025 al 30 de abril de 2029. Lamentablemente, los valores fijados no tomaron en cuenta las recomendaciones de basarse en criterios técnicos y realistas.

El FRC busca garantizar que las centrales térmicas contraten un mínimo de gas natural que les permita estar listas para generar electricidad cuando el sistema así lo necesite. No es un trámite más: es una herramienta fundamental para la seguridad energética. E incluso su relevancia aumenta en un contexto como el actual, con menor disponibilidad hídrica, alta variabilidad en fuentes renovables y mayor riesgo de eventos extremos.

Hoy, el gas natural representa casi el 50% de la generación eléctrica del Perú. A diferencia de países vecinos como Chile o Ecuador, que en los últimos tiempos han enfrentado apagones por depender de fuentes climáticamente inestables y sin respaldo firme, el Perú cuenta con reservas e infraestructura para usar el gas natural como pilar de un sistema eléctrico seguro, estable y eficiente.

Entonces, ¿por qué es tan importante cómo se calcula? Porque la metodología vigente, y utilizada en esta última actualización, se basa en promedios de producción, ignorando situaciones críticas como sequías o picos de demanda y dejando al sistema expuesto. En 2023 vimos las consecuencias: con lluvias bajas y un FRC que no reflejaba la realidad de la situación, el país recurrió al diésel —una fuente cinco veces más costosa y altamente contaminante— para cubrir la demanda. El resultado: sobrecostos de más de USD 2,500 millones. Y nada garantiza que no vuelva a ocurrir.

El cambio climático no es una advertencia futura; es ya una realidad que amenaza nuestra matriz eléctrica. Menos agua en los ríos, más variabilidad en las energías renovables y más presión sobre la red. Por eso, era clave que el Osinergmin actualizara el FRC con una mirada técnica que tome en cuenta este contexto; lamentablemente no lo hizo.

Desde Rumbo Energético creemos que el FRC debe reflejar las condiciones reales del sistema eléctrico peruano y estar alineado con la confiabilidad que se espera de las centrales térmicas. Eso significa mirar más allá del promedio, anticiparse a los escenarios difíciles y actuar con responsabilidad. La confiabilidad del sistema no puede estar en juego. Asegurar energía para todos, al costo más eficiente, es posible si se decide con criterio técnico.

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