Por Luis Miguel Castilla
En el congreso Perú Energía 2022, Luis Miguel Castilla, exministro de Economía y director de Videnza Instituto, expresó su preocupación sobre la política de subsidios cruzados en el sector energético peruano, argumentando que ha alcanzado su límite. Sostuvo que esta política no solo genera un gran costo fiscal, sino que también puede afectar negativamente la eficiencia económica y desincentivar inversiones necesarias. A pesar de reconocer la importancia de la masificación del gas natural y la transición energética, Castilla enfatizó la necesidad de que la política energética sea coherente con los objetivos de política pública y no esté influenciada por la politización y los intereses particulares que generan distorsiones. Además, señaló que los subsidios pueden dar lugar a comportamientos no deseados y mencionó que, a pesar de buscar aumentar las energías renovables, el Perú sigue subsidiando combustibles menos limpios como el diésel y el GLP a granel.
Castilla elogió los elementos deseables de la política energética peruana, como la competitividad, el acceso, la eficiencia y la eventual autosuficiencia. Destacó que la aparición de Camisea en 2004 tuvo un impacto significativo al limpiar la matriz energética peruana y hacer que la energía fuera más asequible y económica. Subrayó que el sistema energético peruano ha avanzado y es competitivo, lo que ha transformado el país y ha contribuido al desarrollo del sector minero. Sin embargo, advirtió sobre la importancia de mantener la confiabilidad del sistema energético, ya que el racionamiento de energía puede tener costos significativos, mencionando los costos estimados de racionamiento en varios países de la región.
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