Tras la caída de 11.1% del PBI registrada en el 2020, el próximo Gobierno debe tener como una de sus prioridades lograr, en el más breve plazo, la reactivación de la economía. Ante el dramático impacto de la crisis generada por la pandemia de la COVID-19 resulta urgente dinamizar la actividad productiva y generar empleos para la población. Antes de la pandemia, la pobreza monetaria era de 20.2%; fruto de la pandemia se estima que hoy alcanza el 30% (Lavado y Liendo, 2020). Es decir 3.2 millones de peruanos pasaron a situación de pobreza. Así, en un año se borró casi una década de ganancias en reducción de la pobreza. Revertirlo demanda acelerar el crecimiento económico impulsando la inversión y la productividad.
Si bien se espera un “rebote” del crecimiento económico en el 2021 -especialmente con la reanudación de la actividad de la mayoría de sectores tras el fin de las cuarentenas generalizadas-, una reactivación sostenible depende de la aceleración de la inversión pública y privada y de mejoras en la productividad de mediano plazo. En el corto plazo, sin embargo, una campaña nacional de vacunación contra la COVID-19 que reduzca significativamente el riesgo de enfermar es la herramienta de política pública más efectiva para dinamizar la economía. Mientras esto no ocurra, se dilata la recuperación de las expectativas de los agentes económicos, tanto de consumidores como de empresarios, lo que limita la confianza requerida para impulsar la actividad productiva.
Desde Propuestas del Bicentenario, con miras a promover una reactivación económica que viabilice inversiones y genere empleo, seleccionamos políticas de reactivación económica en función a dos criterios. Primero, se escogieron sectores con gran capacidad para generar ingresos y empleo. Segundo, se identificaron intervenciones donde el país muestra brechas significativas respecto a sus pares latinoamericanos y la OCDE. Esto es, medidas que pueden aumentar el crecimiento potencial y, a la vez, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Como resultado de este análisis se seleccionaron tres áreas prioritarias:
La inversión en infraestructura:
La inversión en minería:
La inversión en vivienda y construcción:
En cada uno de los episodios de ‘Videnza Propone’ dedicados al eje de Reactivación Económica presentamos el detalle de las propuestas en cada una de estas tres áreas prioritarias identificadas.