Por Luis Miguel Castilla 

El discurso presidencial de Fiestas Patrias destaca una mejora en la gestión económica del Gobierno con la inflación bajo control, una recuperación sectorial y un crecimiento de la inversión pública y privada. Sin embargo, persisten desafíos significativos, como la debilidad política que limita la capacidad del Ejecutivo y pone en riesgo el grado de inversión, además de contrarreformas que afectan la calidad del capital humano y la institucionalidad democrática. El Gobierno, en lugar de abordar estos problemas estructurales, podría aprobar medidas populistas como el aumento del salario mínimo, que beneficia a una minoría y podría agravar la informalidad laboral en una economía dominada por microempresas. 

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