Por Milton von Hesse
La última encuesta de Datum revela que el 94% de la población desaprueba la gestión de Dina Boluarte, el nivel más bajo de aprobación para un mandatario desde el retorno a la democracia en 1980. Sin embargo, su gobierno se mantiene políticamente estable gracias a un acuerdo de cogobierno con el Congreso, que ha permitido la distribución de cargos y la aprobación de leyes de interés particular, muchas de ellas con efectos negativos sobre la meritocracia y el gasto público. Esta dinámica ha contribuido al deterioro del déficit fiscal, que cerrará el año por encima del 3% del PBI, a pesar de buenos ingresos tributarios. Este contexto plantea la necesidad urgente de que los líderes políticos prioricen los intereses del país sobre los partidarios.
Lee aquí su columna publicada en Correo (Huancayo):