Por Claudia Benavides
Los primeros años de vida son determinantes para el desarrollo de una persona, y problemas como la desnutrición crónica infantil (DCI) y la anemia generan impactos negativos que pueden extenderse hasta la adultez, pues pueden afectar el aprendizaje, la salud y la productividad. Según la ENDES 2024, estos problemas persisten. La DCI afecta al 12.1% de niños menores de 5 años y la anemia al 35.3% (en menores de 36 meses), sin mejoras respecto a años anteriores. En Arequipa, aunque la DCI se mantiene baja (5.6 %), la anemia aumentó al 44.2 %, lo que demanda una acción urgente. Si bien hay avances en coberturas de salud infantil, se requiere mejorar el acceso a agua segura y fortalecer la articulación entre niveles de gobierno, respaldados por compromisos como el pacto regional por la primera infancia.
Lee aquí su columna publicada en Diario El Pueblo (Arequipa):