El epicentro de la crisis económica que hoy vivimos está en el mercado laboral: pérdidas de empleo masivas, ingresos reducidos y pérdidas de capital humano resumen esta tragedia. Los retos para salir de esta crisis son enormes. No solo se debe volver al estado prepandemia, no basta con reactivar la economía; debemos atacar las debilidades estructurales que el país arrastra desde hace mucho tiempo y la pandemia ha hecho más visibles.
En el mercado laboral, estas debilidades son el alto nivel de informalidad, generado por la baja productividad del trabajo y la pobre relación entre costos y beneficios de vivir en la formalidad en medio de informalidad, y la ausencia de un sistema de protección social al que puedan acceder los ciudadanos en momentos de necesidad.
Desde Propuestas del Bicentenario, con miras a generar empleo, reducir la informalidad y sentar las bases de un sistema de protección social que proteja a todos los ciudadanos, independientemente de su condición laboral o socioeconómica, proponemos:
Políticas de empleo de emergencia que den rápida solución a las apremiantes necesidades de nuestros desempleados y de aquellos que han encontrado alguna actividad precaria de refugio para sobrevivir en esta difícil situación.
Políticas enfocadas en generar mayor productividad, especialmente para que trabajadores más jóvenes accedan a empleos de mayor calidad y con perspectivas de carrera. Igualmente, son indispensables políticas que promuevan una mayor formalidad, tanto a nivel de las empresas como del mercado laboral.
Iniciar una transición hacia un sistema de protección social que cubra a todos los ciudadanos, no únicamente a los trabajadores con un empleo formal.
En cada uno de los episodios de “Videnza Propone” de la semana pasada fueron dedicados al eje de Empleo, formalización y protección social presentaremos el detalle de las propuestas planteadas para cada una de estas políticas priorizadas.