Por Luis Miguel Castilla.
Los municipios son los que más recursos manejan para financiar la obra pública. Sin embargo, no lo hacen con eficiencia, al igual que los gobiernos regionales y la mayoría de los ministerios. En el caso de Lima Metropolitana, donde se concentra la mitad del PBI nacional y un tercio de la población, hay una importante variabilidad en la eficiencia de la gestión de la inversión pública. Dimensiones que van más allá de la ejecución contable de la inversión, incluyendo la formulación y programación del presupuesto y aspectos de la ejecución que contemplan los sobrecostos, los plazos excedidos, las obras paralizadas y el cierre de proyectos, muestran una situación muy distinta de la calidad de la intervención y señalan importantes diferencias.
Desafíos en la gestión de Lima Metropolitana
Lima Metropolitana, en comparación con sus pares provinciales, se encuentra en las peores posiciones respecto a la calidad de la inversión pública bajo su responsabilidad. Solo supera a Piura y Abancay, encontrándose en las últimas posiciones. Si bien no todo es responsabilidad de la actual gestión edilicia, ya que los indicadores traen un componente inercial del pasado, es su responsabilidad encarar estas deficiencias y tomar acciones para resolver estos problemas. Lamentablemente, no se percibe que la actual gestión esté dedicando atención suficiente a asegurar brindarle servicios de calidad a la ciudadanía de su jurisdicción. Por el contrario, la comuna capitalina está más enfocada en sobreendeudarse (forzando al MEF a flexibilizar sus reglas fiscales) para financiar obras sin seguridad de culminarlas con eficiencia o de incumplir los fallos arbitrales que le son contrarios. Resulta insólito que el manejo financiero de Lima sea considerado como uno que introduce importantes contingencias a la conducción de la política fiscal a nivel nacional; esto sin mencionar la inacción frente a la crisis del transporte público y la ola de inseguridad ciudadana que azotan a la capital. Los móviles políticos son los que dominan el manejo de la Municipalidad Metropolitana de Lima y no la buena gestión pública.
Discrepancias en el manejo financiero y priorización de inversiones municipales
Por otro lado, de la evaluación realizada por Videnza, un dato que resalta es que los distritos con mayor presupuesto por ciudadano, con la excepción de Surco, léase San Isidro, Miraflores y La Molina (sin contar los balnearios del Sur), muestran importantes deficiencias en el manejo de la inversión pública, mientras que distritos mucho más pobres como San Juan de Miraflores, Comas o Puente Piedra les va mucho mejor respecto a las variables consideradas. Resulta clave que la gestión municipal se enfoque en contar con inversión eficiente y de impacto que es lo que la ciudadanía espera de sus autoridades.