Por Claudia Benavides
La reciente publicación del informe técnico “Perú: Evolución de la pobreza monetaria, 2014-2023”, del INEI, revela una preocupante tendencia al alza en los niveles de pobreza en el país desde 2019. Cajamarca se ha consolidado como la región más pobre, con el 44,5% de su población viviendo bajo la línea de pobreza y con más de 680,000 cajamarquinos enfrentando una precariedad económica que ha persistido y se ha agravado en los últimos años.
Además de los bajos ingresos, la pobreza en Cajamarca se manifiesta en la falta de acceso a servicios básicos, salud y educación de calidad. Este contexto exige una intervención inmediata y efectiva, con estrategias específicas que aborden las necesidades y vulnerabilidades particulares de esta región promoviendo un desarrollo integral y sostenible para sus habitantes.
Lee aquí su columna publicada en El Clarín (Cajamarca):