Por Paola Bustamante
Los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo humano, pues moldean no solo la salud física, sino también las capacidades cognitivas y emocionales. Sin embargo, en Piura, la pobreza impacta de manera desproporcionada en los niños más pequeños: casi la mitad de ellos enfrenta condiciones precarias. Con un preocupante 11% de desnutrición y un alarmante 39,7% de anemia, las perspectivas de desarrollo se ven seriamente comprometidas. Este escenario exige una respuesta urgente y coordinada de la sociedad, el Estado y el sector privado para garantizar un futuro digno y próspero para la próxima generación.
Lee aquí su columna publicada en El Tiempo (Piura):