Por Claudia Benavides 

Los primeros cinco años de vida son cruciales para el desarrollo integral de los individuos. Influyen significativamente en su desempeño educativo y futuro bienestar. En Junín, la desnutrición crónica infantil y la anemia siguen siendo alarmantes: afectan al 15,2% y 49,2% de los niños, respectivamente, lo cual impacta negativamente en su desarrollo cerebral y potencial de aprendizaje. Los resultados educativos recientes en la región, publicados por el Ministerio de Educación, muestran que solo el 32,9% de los estudiantes de 4° de primaria y el 19,5% de 2° de secundaria alcanzan niveles satisfactorios en comprensión lectora, con cifras aún más bajas en matemáticas. Estos indicadores reflejan la necesidad de intervenciones sostenidas y articuladas desde la primera infancia hasta la etapa escolar. Intervenciones que se enfoquen en la salud, la calidad docente y la infraestructura educativa para cerrar las brechas existentes, y que permitan mejorar el desarrollo integral de los niños y jóvenes. 

Lee aquí su columna publicada en Correo (Huancayo):