Por Paola Bustamante
 

La publicación del Instituto Videnza, Desarrollo infantil temprano: inversión estratégica para el futuro” resalta la importancia de las intervenciones en los primeros 1,000 días de vida para asegurar el desarrollo óptimo de los niños. Se identifican tres resultados clave: el apego seguro, que fomenta vínculos emocionales estables y tiene efectos positivos a largo plazo en los ingresos; la nutrición adecuada, que previene la desnutrición crónica y mejora la productividad futura; y la regulación de emociones, que impulsa el rendimiento académico. Estas intervenciones son esenciales para reducir el abandono escolar y fomentar un desarrollo integral. Subrayan que priorizar la atención a la primera infancia es crucial para formar niños saludables y felices que puedan aprovechar mejor las oportunidades en la vida. 

Lee aquí su columna publicada en Diario El Pueblo (Arequipa):