Por Luis Miguel Castilla

La coherencia es algo fundamental para generar confianza. Este atributo es clave para que los agentes económicos perciban que las políticas públicas y los cambios en el marco normativo que se adopten sean predecibles y consistentes entre sí. La intención del MEF de implementar un shock desregulador para acelerar la inversión privada se puede ver comprometida si otros cambios no guardan coherencia con el objetivo de reducir la carga regulatoria desproporcionada que existe y remover los elevados costos de transacción que enfrentan las empresas. Uno de los temas más delicados es la materia tributaria, que suele afectar a empresas de todo tamaño. 

Baja calificación en eficiencia operativa tributaria

De hecho, según la más reciente medición del índice Business Ready del Banco Mundial, nuestro país tiene la calificación más baja en eficiencia operativa, que engloba la administración tributaria. No solo es engorroso declarar impuestos e interactuar con la Sunat, sino que se señala que existe una gran discrecionalidad que termina afectando la seguridad jurídica de los contribuyentes. Existe poca apertura a someter los cambios a escrutinio del público (no existiendo el requisito legal para prepublicar proyectos de normas tributarias), sino que los auditores de Sunat tienden a confundir el ejercicio de su discrecionalidad con medidas arbitrarias que vulneran los derechos de los contribuyentes. 

Ejemplos recientes de arbitrariedades tributarias

Los últimos meses hemos presenciado varios ejemplos de lo anterior: desconocimiento de gastos financieros para ser deducidos del impuesto a la renta (como siempre ocurre), exigiendo nueva información del destino del gasto más allá de los requisitos usuales; recorte del periodo de presentación de comprobantes electrónicos a un mes, cuando era de doce meses en el pasado, con el objetivo de reducir la ventana para deducir gastos elegibles; insistencia con la publicación de los perfiles de los contribuyentes sin tomar en cuenta los comentarios sobre las metodologías aplicadas (siendo más grave la potencial violación de la reserva tributaria). 

Contradicciones en la política tributaria del Estado

Lo más paradójico es que la motivación de Sunat es recaudatoria, pero de manera simultánea se plantean cambios tributarios que generarán perforaciones al fisco: devolución del drawback, extensión de exoneraciones tributarias, etc. Resulta contradictorio que se pretenda brindar facilidades y tratamientos preferenciales a ciertos grupos o sectores económicos, por un lado, y se vulnere la seguridad jurídica con normas desproporcionadas con el afán de maximizar la recaudación, por el otro. 

Urgencia de alinear medidas tributarias con el shock desregulador

Dada esta situación, el MEF debiera ser más consecuente con lo que hace y revisar las normas tributarias que generan estas inconsistencias, y sancionar a la Sunat por prácticas arbitrarias. El shock desregulatorio puede perder efectividad si no transmite consistencia con todas las medidas del Ejecutivo, siempre buscando resguardar la seguridad jurídica de los contribuyentes. De haber voluntad, esto se podría corregir en la próxima entrega de medidas para desregular la economía. 

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