Por Nicolás Besich
A pesar de la leve reducción de la pobreza a nivel nacional, Arequipa enfrenta una realidad preocupante: entre 2023 y 2024, la pobreza en la región aumentó por tercer año consecutivo, alcanzando al 15.8% de su población. Esto equivale a 252,000 personas, más del triple que en 2019. Esta tendencia está estrechamente ligada al estancamiento económico —su PBI creció apenas 0.2%, frente al 3.3% nacional— y al aumento del desempleo, que ya es el segundo más alto del país. Reactivar la economía regional es urgente, y ello pasa por destrabar inversiones clave como Majes Siguas II, Tía María o Zafranal, así como por impulsar nuevos proyectos sostenibles como plantas solares e iniciativas de hidrógeno verde. Sin crecimiento económico ni empleo, Arequipa seguirá perdiendo bienestar.
Lee aquí su columna publicada en Diario El Pueblo (Arequipa):