Desde Propuestas del Bicentenario se plantean las políticas para tener sistema educativo que ayude a reducir las brechas sociales, que sea el motor que asegure una sociedad cohesionada con más bienestar, prosperidad y, sobre todo, afecto entre sus ciudadanos. Que forme futuras generaciones con las competencias necesarias para construir un mejor país.

En línea con lo anterior y frente a la pandemia, el sector educación enfrenta un reto doble. Por un lado, debe aminorar los efectos de una pandemia sin precedentes que arrebató accesos y aprendizajes, sobre todo, a los más vulnerables. Por el otro lado, seguir profundizando las reformas educativas que aseguren la viabilidad del país en el largo plazo.

Nuestras próximas autoridades deberán priorizar estrategias concretas sobre:

Cómo recuperar la calidad de los aprendizajes en todos los niveles educativos, desde el inicial hasta la educación superior. Cómo reducir el impacto que la pandemia tendrá sobre la igualdad de oportunidades, poniendo especial énfasis en las poblaciones alejadas donde en muchos casos Aprendo en Casa no ha llegado o lo ha hecho con serias limitaciones.

Cómo atraer al mejor talento y vocación al sector educación, asegurando una formación de calidad para los futuros docentes y promoviendo la revalorización de la profesión docente. No se puede, además, descuidar el fortalecimiento y capacitación de los docentes en servicio.

Cómo mejorar la gestión del sector educación, permitiendo que los escasos recursos se inviertan eficientemente en un servicio educativo enfocado en las necesidades del estudiante.

En cada uno de los episodios de “Videnza Propone” dedicados al eje de Educación para la empleabilidad, Daniel Alfaro, exministro de educación, presentó las propuestas y medidas concretas sobre cómo lograrlo.