Por Carlos Gomero
En el mediano y largo plazo, la única solución es promover la incorporación de nueva oferta de generación eficiente, pero confiable. En esta línea, la sola incorporación de energía eólica o solar no será suficiente para dar una solución estable y atender la demanda del sistema eléctrico a precios razonables en todo momento.
La situación actual en el mercado eléctrico peruano revela consecuencias previsibles de eventos pasados. La llamada “sobreoferta” de capacidad, compuesta en gran parte por centrales costosas que usan diésel, ha derivado en una disminución de incentivos para nuevos proyectos, generando precios históricamente altos en el mercado mayorista. El retraso de las lluvias y el mantenimiento de la infraestructura de gas natural han exacerbado la crisis, llevando a niveles de precios no vistos desde 2008. Aunque los usuarios regulados están protegidos por contratos a largo plazo, los usuarios libres y los generadores enfrentan desafíos, con la posibilidad de disputas, dificultades para asegurar energía y retiros sin respaldo contractual. En el mediano y largo plazo, se destaca la necesidad de incorporar nueva oferta de generación eficiente y confiable para garantizar un suministro estable y a precios razonables.
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