Por Luis Miguel Castilla.
El MEF ha actualizado sus proyecciones macroeconómicas mostrando un ligero ajuste al alza de la previsión de crecimiento económico para este año y, especialmente, un ajuste en la proyección del déficit fiscal esperado para este año, incrementando la proyección en 0.5% del PBI (de 2.5% en lugar del 2% del PBI, tope compatible con las reglas fiscales actuales). Además, proyecta que el déficit retornará al 1% del PBI recién en 2028, posponiendo en dos años la convergencia a ese tope compatible con la estabilización del servicio de la deuda pública (en niveles de 30% del PBI).
Corrección de proyecciones sobreestimadas de ingresos fiscales
Hay dos factores centrales que explican esta revisión. El primero es que corrige la sobrestimación de ingresos fiscales contenida en el Marco Macroeconómico Multianual anterior, realizado durante la gestión previa del MEF. Dicha proyección sobreestimó los ingresos en alrededor de S/10,000 millones, probablemente para acomodar un techo de gasto público más elevado.
Riesgos de ajuste fiscal y crecimiento económico
Lo segundo es que el ajuste fiscal para reducir el déficit de 2.8% a 2% del PBI pondría en riesgo la recuperación de la actividad económica. Incluso con precios más elevados del cobre (por encima de $4.50 la libra), la economía tendría que crecer al menos un 4% para generar los ingresos tributarios compatibles con el tope de déficit. Dado que esa previsión de crecimiento es casi imposible de alcanzar, el MEF sinceró sus proyecciones fiscales y plantea un cambio en las reglas fiscales para hacer más gradual el proceso de consolidación de las cuentas públicas.
Transparencia y control en la implementación de nuevas reglas fiscales
Ese cambio en las reglas debe ser claramente explicado y debatido en las instancias relevantes para evitar una lectura política que interprete un relajamiento fiscal con fines clientelares ante el aluvión de pedidos de demanda adicional. El MEF también debe establecer cómo pretende parar las perforaciones de los ingresos tributarios ante sus propias promesas de dar incentivos tributarios en algunos casos o contener los planteamientos que provienen del Congreso (que dan acogida a pedidos de intereses mercantilistas la mayoría de las veces).
Desafíos de credibilidad y estabilidad financiera para el MEF
El tema de fondo es lograr que este cambio en la política fiscal sea creíble ante la manifiesta debilidad política del régimen, situación que se agravará a medida que nos acerquemos al inicio del ciclo electoral. Es fundamental recuperar la credibilidad del MEF en el manejo de las finanzas públicas, aspecto que estará bajo el escrutinio de las agencias de calificación crediticia y será clave para determinar si podemos evitar perder el grado de inversión. Ese es uno de los mayores riesgos que hoy enfrenta el MEF.
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