Por Luis Miguel Castilla. 

Recientemente la calificadora de riesgo, Standard & Poors ha advertido que la elevada solvencia de las finanzas públicas sería insuficiente para evitar un potencial downgrade en su próxima evaluación. Incluso le asignan una probabilidad moderada a que esta decisión podría materializarse en función de lo que ocurra en el plano político y su impacto sobre la gobernabilidad.

Pese a que nuestro país ostenta los fundamentos fiscales más sólidos en la región, la agencia considera que la incapacidad de llegar a consensos políticos que permitan aprobar reformas que reviertan el estancamiento económico, así como el repunte del populismo originado en el Parlamento, minan la percepción de riesgo de no pago.

¿Porqué es importante tener una buena calificación crediticia?

Cabe recordar que una buena calificación crediticia permite mantener bajos costos de financiamiento para el Gobierno, y en consecuencia un fondeo de largo plazo competitivo para el sector privado. Estas advertencias deben ser tomadas con la mayor seriedad por la clase política. Es lamentable que los políticos persistan en minar la única fortaleza competitiva que aún tiene el país y que distingue al Perú de sus vecinos.

Pese a contar con una capacidad de pago envidiable, los problemas de gobernabilidad política y el populismo legislativo podrían acelerar un desenlace adverso. No solo sería una pésima señal para los inversionistas, sino que revertir esta situación tomaría tiempo y sería un costo que inevitablemente pagaríamos todos los peruanos. Estamos advertidos.

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