Por César Amaro.
Según el último Boletín Informativo REGINA de SUSALUD, publicado el último 10 de julio, el 99.23% de los peruanos tiene un seguro de salud. De ese universo de asegurados, el 29.8% pertenece al Seguro Social de Salud – EsSalud, lo que la convierte en la segunda aseguradora más importante del Perú luego del Seguro Integral de Salud (SIS).
EsSalud es un importante organismo público descentralizado, adscrito al Previsualizar los cambios (abrir en una nueva pestaña)Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo. Brinda cobertura a sus asegurados y derechohabientes mediante prestaciones de salud, económicas y sociales que corresponden al régimen contributivo de la seguridad social. La Constitución Política del Perú, en su artículo 12, establece que “los fondos y las reservas de la seguridad social son intangibles” y que se constituyen principalmente con el aporte de los empleadores.
Actualmente, EsSalud es noticia por sus constantes cambios de autoridades, quejas de los asegurados, falta de medicamentos y hospitales con almacenes precarios. A pesar de ello, es apropiado reconocer sus fortalezas institucionales, que históricamente le han permitido un mejor desempeño en relación a la otra red pública importante, constituida por los establecimientos de salud del Ministerio de Salud (Minsa) y los Gobiernos regionales.
Veamos algunas de estas fortalezas.
Su cultura interna:
Cuenta con equipos de profesionales de planta identificados con la institución y que constituyen un activo muy valioso. A manera de ejemplo, debe recordarse que desde el antiguo Instituto Peruano de Seguridad Social (IPSS) se promovía el empleo de sistemas de información, seguramente cometiendo errores en el camino, pero corrigiendo y acumulando aprendizaje para avanzar instalando en los equipos una actitud positiva hacía el uso de datos e información.
Línea de autoridad reconocida:
El modelo de gestión de EsSalud es centralizado, desde la Presidencia Ejecutiva a los diferentes niveles gerenciales y a las redes de todo el país. Dado que las decisiones fluyen con relativa velocidad y eficacia, es fundamental contar con un equipo de gestión competente y con visión estratégica.
Instrumentos alineados a una gestión por procesos:
A pesar de lo frondoso de su organigrama, la institución ha identificado sus procesos misionales (aseguramiento y prestación). Sin embargo, sigue pendiente la labor de diferenciación de estos roles para un mejor desempeño, aspecto desatendido en el actual periodo de gobierno.
Empleo de soluciones tecnológicas:
Las labores de gestión y de prestación tienen soporte informático esencial. EsSalud acertó al adquirir un enterprise resource planning (ERP) de clase mundial de la empresa alemana SAP. Un ERP es una solución que brinda soporte a una organización para el desarrollo automatizando de sus actividades y para el procesamiento de datos, lo que simplifica y brinda seguridad a los procesos de gestión.
Además, en 2019 implementó en tiempo récord un nuevo Sistema de Gestión de Servicios de Salud denominado EsSI (Servicio de Salud Inteligente), que digitaliza las historias clínicas. Sin duda hay mucho por mejorar, pero estos hitos son dignos de imitar por lo menos en el sector público.
Empleo de asociaciones público-privadas (APP):
EsSalud tiene dos APP en ejecución: una de servicios de bata blanca (incluye todos los servicios asistenciales y no asistenciales necesarios para la prestación de salud) en el Callao y Villa María del Triunfo, y otra de servicios de operación logística de productos farmacéuticos y dispositivos médicos para las tres redes de Lima y Callao.
Una buena iniciativa que conjuga el esfuerzo público y privado es Farmacia Vecina, que permite que asegurados con enfermedades crónicas puedan recoger sus medicamentos en boticas y farmacias privadas cercanas a sus domicilios.
Pero EsSalud también presenta riesgos emergentes que ponen en peligro no solo el servicio que brinda a los asegurados, sino la sostenibilidad de la institución. Mencionaremos algunos de ellos:
- La alta rotación en la Presidencia Ejecutiva y, en consecuencia, en los cuadros gerenciales, acentúa un clima de inestabilidad institucional.
- La opacidad y poca difusión de información de la gestión de los recursos y disponibilidad de servicios en línea. No hay datos de dominio público que permitan analizar la gestión, a pesar de tener sistemas de información robustos.
- El cierre de las Unidades Básicas de Atención Primaria (UBAPS) articuladas al Modelo de Complejidad Creciente. Eran un modelo eficiente y exitoso financiado por un pago capitado y ofrecido por prestadores de salud privados, que reforzaba el débil primer nivel de atención de EsSalud en la provincia de Lima.
- El creciente perfil añoso de los asegurados que demandan servicios continuos y frecuentes, a pesar del bono demográfico que aún beneficia al Perú. Un sistema de seguridad social debe atender a la población de mayor edad con calidad, pero el creciente envejecimiento de los asegurados demanda atención para garantizar la futura sostenibilidad de EsSalud.
En suma, la agenda de corto plazo necesita asentarse en el talento interno y el concurso de cuadros gerenciales experimentados y con sentido común.
Es urgente lograr una línea de conducción clara y estable que impulse una gestión transparente asentada en la cultura de información para así proteger las fortalezas institucionales y ofrecer un mejor servicio a los asegurados.
Otro aspecto crucial es cambiar el actual modelo de gobernanza de EsSalud. El proyecto de ley elaborado por el congresista Alejandro Cavero Alva para modificar la ley 27056, ley de creación de EsSalud pone el tema en la agenda pública para su debate y toma de decisiones.